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Monumento

Un lugar con historia
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Historia

El primer asentamiento conocido en Meres, corresponde a la torre circular de defensa (S. XIII - XIV) destruida por orden de los  Reyes Católicos. Actualmente se pueden observar únicamente sus restos en la parte posterior del llagar.

La primera construcción del Palacio de Meres data de la primera mitad del siglo XV, pero no es hasta finales del siglo XVI cuando se rehace y se amplía; este dato se pudo constatar al descubrir durante una de las restauraciones del tejado, uno de los escudos de la Casa en el que figura: "reedificado en 1.590". 

Pedro Argüelles, “el Negro”, fue primer señor de la Casa de Meres y su jurisdicción, Regidor de Oviedo, de Siero y de los puertos de mar del Principado. En relación con este cargo, recibe una carta del Emperador Carlos I de España y V de Alemania para alertar de posibles invasores por la costa. (Archivo de la Casa de Meres).

A la Casa de Meres pertenecía el Coto de la Paranza, donde existió una Malatería de la cual tenía su jurisdicción. (S. XVI - S. XIX)

Quien mandó ampliar la Capilla de Santa Ana fue, en el siglo XVII, D. Antonio Argüelles Quiñones y Valdés, Marqués de la Paranza y Vizconde de las Arenas. Retratado en el Salón Nuevo.

En la actualidad, el Palacio pertenece a los hijos de Dña. Laína Uría Ríu y D. Joaquín Cores Masaveu, descendientes directos de todos los anteriores, siendo la decimocuarta generación y la que pretende, con las numerosas obras de restauración que se llevan a cabo cada año, devolver al Palacio el esplendor de antaño.

Para conocer la historia de la Capilla de Meres se tienen que fijar tres etapas: La primera Ermita del S. XV dedicada a Santa Ana, de la que solamente se conserva la talla principal, actualmente en la parte superior del Retablo Central. La segunda, que databa de 1585, un siglo después, cuando D. Pedro Argüelles Carrio “El Mozo”, acrecienta el patrimonio familiar y transforma la antigua ermita dedicada a Santa Ana.

Desde esta época, obtiene autorización eclesiástica para celebrar en la nueva edificación, como hijuela de la Parroquia de Tiñana, los actos de culto en los días festivos, como continua sucediendo en el presente. Y la tercera y actual, que se vuelve a ampliar en el siglo XVII por orden de D. Antonio Argüelles Valdés. En 1.707, el Abad de Arbás, D. Francisco Argüelles, hermano del Marqués, bendecía el nuevo templo que fue dedicado a Nuestra Señora del Amparo (escultura en el interior de la Hornacina Central). Desde entonces y hasta ahora, el Palacio celebra cada 15 de Agosto su festividad y es motivo de reunión de la familia y el pueblo.